dijous, 23 de juny del 2011

Cópula de Pyrrhosoma nymphula


El mascle, subjecta a la femella per la nuca, en la clàsica posició de tàndem, i recarrega l'òrgan sexual secundari...


El gonòpor de la femella busca l'organ sexual secundari del mascle per fertilitzar els ous


Un cop fertilitzars el ous, mascle i femella en tàndem, comencen la ovoposició

dimarts, 21 de juny del 2011

tot un classic

Crec que no hi ha al mon ningú que amb una càmera a la ma, ha resistit la temptació de fotografiar-los... jo he resistit tot un any, i no serà que no els ha vist vegades. Però al final he caigut.
Encara que no es el meu tipus de fotografia, m'ha agradat la llum... ara que potser la pregunta seria si tinc algun estil de fotografia...

divendres, 17 de juny del 2011

Gonepteryx rhamni

o pot ser una Gonepteryx rhamni???
bé, al final no es una cleòpatra, es una rhamni...
no en se prou!!!

dilluns, 13 de juny del 2011

dimecres, 8 de juny del 2011

LAS MOSCAS





Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.


¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!


¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!


Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,


—que todo es volar— sonoras,
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,



de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,


de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado


sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos. 


Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.




Antonio Machado, Soledades. (1907) 

dissabte, 4 de juny del 2011

Verde que te quiero verde


Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
dejadme subir, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.



Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento, dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!

Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche su puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos,
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

Federico García Lorca
2 de agosto de 1924

dimecres, 1 de juny del 2011

5ª KDD FotoNatura al Montseny